martes, 28 de octubre de 2008

de las sociedades depredadoras a las agricolas . los primeros estados.

**mesopotamia:
-Creación y organización de las primeras ciudades. Los primeros asentamientos humanos en Mesopotamia se remontan a alrededor de 100.000 años. Estos asentamientos estaban situados sobre las laderas de las montañas del norte de Irak, principalmente en el país kurdo. Los vestigios que se han encontrado datan de mucho tiempo antes del surgimiento de la civilización asentada en el valle delimitado por los ríos Tigris y Eufrates. Por un largo período de tiempo que se extiende hasta el 6000 a. de J. C., los hombres vivieron en aislamiento, formando familias o pequeños grupos, en cuevas o campamentos temporales, haciendo utensilios rudimentarios. La caza y la recolección diaria eran sus únicos medios de subsistencia. Hacia el período 5000-4500 a. de J. C., aparecen las primeras ciudades, y una gradual desecación de la región situada en el valle del Tigris hace posible una ocupación mayor en la dirección del Golfo Pérsico. El hombre hace utensilios más perfeccionados y complejos, comienza a cultivar (es decir, la agricultura), domestica animales, trabaja el cobre (el primer metal) y desarrolla la alfarería, se organiza en sociedades o comunidades, y construye los primeros edificios públicos y templos. Esta cultura denominada "Obeidiana" [puesto que el tell (una especie de túmulo que contiene tablillas) El-Obeid es el punto central de actividad] llegó a su apogeo a finales del quinto milenio y a principios del cuarto milenio a. de J. C. La economía y la organización social.La base la economía en Mesopotamia era la agricultura, y en segundo lugar el comercio. La cebada, el trigo, las legumbres, los olivos, las palmeras y la vid constituían los elementos principales de la dieta de los babilonios. La generosa tierra que fertilizada con limo permitía a los babilonios acopiar excedentes de sus cosechas y la posibilidad de disfrutar de abundante lana debido al pastoreo. La abundancia de productos ganaderos y agrícolas hizo que los babilonios desarrollaran un activo comercio con otras regiones, intercambio mediante el cual conseguían productos que escaseaban en Mesopotamia, como metales y maderas. La vitalidad de la actividad comercial era facilitada por la construcción de obras civiles como diques, presas, canales de regadío, todos los cuales eran llevados a cabo con mano de obra esclavizada. La cultura, la ciencia y las religión. La cultura:

Las culturas de Mesopotamia fueron pioneras en muchas de las ramas de conocimiento; desarrollaron la escritura, en principio pictográfica y más adelante la fonética; en el campo del derecho, crearon los primeros códigos de leyes; en arquitectura, desarrollaron importantes avances como la bóveda y la cúpula. Sus restos, aunque quizás todavía hay muchos por descubrir, muestran una cultura que ejerció una poderosa influencia en otras civilizaciones del momento y por ende el desarrollo de la cultura occidental.


La ciencia:

El cálculo floreció en Mesopotamia mediante un sistema decimal y sexagesimal, cuya primera aplicación fue en el comercio. Además de suma y resta conocían multiplicación y división y, a partir del II milenio a.C. desarrollaron una matemática que permitía resolver ecuaciones de hasta tercer grado. Conocían asimismo el número π, la raíz y la potencia, por lo que eran capaces de calcular volúmenes y superficies de las principales figuras geométricas. La evolución astronómica floreció de igual forma. Los sumerios sabían distinguir entre planetas –objetos móviles– y estrellas. Pero fueron los babilonios quienes más desarrollaron este campo, siendo capaces de prever fenómenos astronómicos con antelación. Este conocimiento de la astronomía les llevo a adoptar un preciso calendario lunar, que incluía un mes suplementario que lo ajustaba al solar. También se han encontrado tratados de medicina y listados sobre geología, en los que se trataba de clasificar los diferentes materiales.

La religion:

Religión: Las religiones fueron politeístas. En cada ciudad se adoraba a distintos dioses, aunque había algunos comunes. Entre estos podemos ver a: An: dios del cielo, Enki: lo que esta debajo, Nannar: dios Luna, Utu: dios Sol, Inanna: diosa Venus, Politeísmo: Ésta doctrina que admite pluralidad de dioses, aunque en realidad, la mayoría de las más religiones aparentemente politeístas como la griega o la hindú, son monoteísmos en los cuales un Ser Supremo se manifiesta de formas diversas, como ocurre en la Trimurti hindú cuyos dioses fundamentales, Brama, Vishnu y Shiva, tienen una relación entre sí equivalente a la de las personas de la Trinidad cristiana. En tales casos, los historiadores de las religiones hablan de un Deus Otioso, es decir, un Ser Supremo que, por su sublimidad, solo es accesible a los fieles a través de sus manifestaciones o de sus ángeles o espíritus intermediarios. Generalmente, la misma noción se encuentra en las religiones llamadas animistas, las cuales explicaremos más adelante. Algo que los caracterizaba y los desvalorizaba era que sus dioses estaban asociados a artes que ellos fueron viendo por si mismos también como tenían dioses de la ganadería, escritura, confección, etc. Esto hizo que ellos tuvieran una religión muy amplia y para alguna persona muy interesante ya que podría ser mucho más.

**civilisaciom egipcia:

II.-La organización política (califato, califa, Koras, emir, visir, cadí), económica (agricultura y comercio), social (la medina, los árabes, los muladíes, los mozárabes) y cultural musulmanas.


Organización política.
- Transformación de una estructura patriarcal a un imperio multinacional.
- Implantación de un estado absolutista dominado por los árabes.
- Califa, jefe de la comunidad de creyentes.
- Estará rodeado de una corte de burócratas y funcionarios.
- La capital del imperio estaba en Damasco (Siria), gobernada directamente por el califa.
- El resto de las provincias por gobernadores con poderes civiles y militares.
- Irak, Jurasán y Transoxiana, Hiyaz, Yemen, Egipto, Africa, Al-Andalus.

Abd al-Rahman II se convierte en el cuarto emir omeya en Córdoba tras la muerte de su padre.Recién estrenado su emirato estalla una guerra en la Cora de Tudmir entre los clanes de yemeníes y muraditas. La Cora se encontraba establecida en el sureste peninsular y su capital era la actual Orihuela.
Abd al-Rahman II fundó Mursiya (actual Murcia) entre los años 825 y 831 en una pequeña elevación a orillas del río Segura, al objeto de pacificar el territorio, potenciar el desarrollo y afianzar su autoridad.
En las fuentes musulmanas se cita al general Unmayya ibm Mu'awiya ibn Hisan como pacificador de la Cora de Todmir y al general Chabir como primer gobernador de Murcia.
Abd al-Rahman II tenía la voluntad de crear una nueva capital para la Cora de Tudmir.
Rara vez en la historia, salvo en América y en la fundación de Alejandría, se ha visto la voluntad de crear una capital, aunque sea de provincia, desde el principio de su existencia.
La palabra emir proviene del árabe ʾāmīr (أمير), la cual a su vez se forma con la raíz palabra que proviene del árabe amir (أمير). El que ordena, palabra a su vez derivada de la raíz ʾĀMR (أمر), mandar. Eran los gobernadores de cada una de las provincias. Visir (del árabe, وزير wazīr) es, en un contexto histórico islámico, un cargo equivalente al de primer ministro, ayudante o valido de un monarca. Un cadí (en árabe قاضى) es un juez de los territorios musulmanes, que aplica la sharia. La palabra cadí significa juzgar y comparte acepción con caíd, aunque se diferencia en que el caíd además de juzgar podía ejercer de gobernador de la ciudad.
La economía en las ciudades tradicionales musulmanas se regía por un sistema corporativo que integraba a los hombres dedicados a la producción, la distribución y los servicios, ya se desempeñasen como propietarios u obreros, trabajadores a domicilio, por cuenta propia o empleados del gobierno, ya fueran "gentes de alta o baja condición, musulmanes, cristianos y judíos, nativos o extranjeros naturalizados, todos pertenecían al sistema corporativo" (Yusuf Ibish, 1976). En las corporaciones se agrupaba la población urbana según sus oficios, así que las había de artesanos, de mercaderes, de subastadores, prestamistas, músicos, cantantes, narradores transportistas y marineros.
Los miembros de cada corporación se consideraban a la vez como miembros de la comunidad de creyentes a cuyo servicio se acreditaba especialmente la eficiencia en la profesión u oficio, que se adquiría por medio de un arduo trabajo supervisado por un maestro ("sayj") conectado a su vez a la cadena de maestros de la corporación, que se enlazaba sucesivamente a las de otras, a los Santos Patronos y aún hasta al Profeta.
Las corporaciones se estructuraban según un sistema conceptual y ritual trasmitido oralmente de generación en generación y estrechamente vinculado a las órdenes sufíes (logias islámicas). A la aceptación de un joven como aprendiz de un taller seguía la recitación de la primera "azora" (capítulo) del Corán ante los maestros de la corporación y un período de años de trabajo cuya nula o baja remuneración se compensaba con la idea de que era ese el medio de aprender y de integrarse socialmente a la comunidades.

lunes, 27 de octubre de 2008

figuras estilisticas.

a) basadas en el sonido (nivel fonico).

Aliteración, en prosodia, es un dispositivo de estructura caracterizado por la reiteración de la consonante inicial en el principio de dos palabras consecutivas o ligeramente separadas. Dicho de otra manera, es la repetición de sonidos consonantes (fonemas) al principio de palabras o de sílabas acentuadas, como por ejemplo el verso de Zorrilla "el ruido con que rueda la ronca tempestad".

En lingüística una onomatopeya es el uso de una palabra, o en ocasiones un grupo de palabras, cuya pronunciación imita el sonido de aquello que describe. Ejemplos típicos de onomatopeyas son "bum", "pam", "clic", "clá" o "crac". Algunas onomatopeyas son utilizadas para describir figuras visuales en vez de sonidos, como "zigzag".

Similicadencia Figura que consiste en emplear al fin de dos o más cláusulas, o miembros del período, nombres en el mismo caso de la declinación, verbos en igual modo o tiempo y persona, o palabras de sonido semejante.

La paronomasia (también paranomasia [1]) es un recurso fónico que consiste en emplear parónimos (palabras que tienen sonidos semejantes pero significados diferentes. Utilizado mucho por los conceptistas en sus burlas o sátiras. Ejemplo:

Mimarse no es mirarse, ni minarse.

B) basadas en la morfosintaxis (nivel morfosintáctico).

asíndeton:

Recurso literario que consiste en la eliminación de conjunciones. Suele utilizarse para dar agilidad al texto.

Acude, corre, vuela,
traspasa la alta sierra, ocupa el llano.
No perdones la espuela
no des paz a la mano;
menea fulminando el hierro insano.
(Fray Luis de León, siglo XVI)

El polisíndeton (del griego πολύς "mucho" , σύν "con" y δέω "atar") es una figura retórica que consiste en la utilización de más conjunciones de las necesarias en el uso habitual del lenguaje, uniendo palabras, sintagmas o proposiciones. Cuya función consiste en acelerar o agilizar la lectura de, por ejemplo, una enumeración.

ni nardos ni caracolas

quiero correr o saltar o comer o morir ya

Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata, ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata .


anafora

(del latín anaphora y ésta del griego ἀναφορά "ascenso, referencia a lo anterior") es un caso particular de figura retórica del tipo de la aliteración y que consiste en la repetición de las primeras palabras de un verso.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
la epífora, dentro de las figuras literarias, es una de las figuras de repetición; consiste en la repetición de una o varias palabras al final de enunciados consecutivos (versos, frases...).

Ejemplo: "del que te alaba más de cuanto es verdad, non te asegures de te denostar más de cuanto es verdad." (El conde Lucanor)

En medicina y veterinaria, la epífora es el exceso de lágrima en el ojo, exceso que puede ser por demasiada secreción, o por obstrucción del conducto nasolagrimal.

el paralelismo es, dentro de los recursos estilísticos, una de las figuras de repetición. Se trata de la semejanza formal entre distintas secuencias de un texto.

Dependiendo del aspecto formal en el que se establezca la relación entre las secuencias, se distinguen tres tipos principales de paralelismo:

  • Isocolon: igualdad o semejanza en la longitud silábica de varias secuencias en prosa (sería el equivalente al isosilabismo de la poesía).
  • Parison o paralelismo sintáctico: es la semejanza estructural de dos o más secuencias de forma que se produce una correspondencia casi exacta entre sus constituyentes sintácticos.
  • Es la operación por la cual dos caracteres se unen para formar una cadena de caracteres (o string). También se se puede concatenar dos cadenas de caracteres o un carácter con una cadena para formar una cadena de mayor tamaño. Algunos ejemplos serían:

  • 'a' concatenado 'b' --> "ab"
  • "ABCD" concatenado 'b' --> "ABCDb"
  • 'a' concatenado "XYZ" --> "aXYZ"
  • "ABCD" concatenado "XYZ" --> "ABCDXYZ"

Reduplicación

Repetición más o menos exacta de una palabra o de algunas unidades de ésta en una frase o verso.
Repetición dispersa: Repetición que no se atiene a un orden determinado,sino que aparece diseminada a lo largo del texto.
Repetición que no se atiene a un orden estricto,sino que aparece diseminada a lo largo de la composición. Ej.:
Cuando pitos,flautas,
cuando flautas,pitos,flautas,
cuando flautas,pitos.
un retruécano (o commutatio), dentro de las figuras literarias, es una de las figuras de repetición. Consiste en un quiasmo al que se le ha añadido también el cruce de las funciones sintácticas de los términos implicados.
El calambur (del italiano "bromear con la pluma") es un juego de palabras que, basándose en la homonimia, en la paronimia o en la polisemia, consiste en modificar el significado de una palabra o frase agrupando de distinta forma sus sílabas. Por ejemplo: plátano es/plata no es.
El hipérbaton (plural, hipérbatos) es la figura literaria que consiste en trastocar o desordenar el orden natural sintáctico de la frase, que en la lengua española es Sujeto + Verbo + Complementos y, dentro del sintagma, Elemento rector + Elemento regido.
c) basadas en el sentido (nivel samático):
prosopografía significa descripción de un personaje (prósopon en griego); pero se entienden cosas diferentes según se emplee este término en preceptiva literaria o en historia.

Para la Preceptiva literaria indica la descripción física de una sola persona: rasgos físicos, estatura, corpulencias, facciones, etcétera; como tal se opone a la etopeya o descripción psicológica, moral y de las costumbres de una persona. Ambas en conjunto constituyen el retrato o semblanza.



La etopeya es una figura literaria que consiste en la descripción de rasgos psicológicos o morales de una persona, como son el carácter, cualidades, virtudes o costumbres de uno o varios personajes comunes o célebres.

Ejemplo:

Su vivir se asemeja, en el andar sin descanso, a un evangelista del civismo, cuya inmensa caída de prosélitos él viera por seis lustros alimentando muchedumbres, libertando galeotes, avizorando lejanías, fascinando mieses de pasión, aromando la extraña como propia tienda con el precioso sándalo de la bondad y del ingenio

Un retrato es una pintura, fotografía u otra representación artística de unaA menudo se captan los rasgos de la cabeza del retratado. La intención es representar la apariencia física de la persona, incluso a veces se logra representar su personalidad y a través de todo esto reflejar al mismo artista.

La topografía es la ciencia que estudia el conjunto de principios y procedimientos que tienen por objeto la representación gráfica de la superficie de la Tierra, con sus formas y detalles, tanto naturales como artificiales (ver planimetría y altimetría). De topos, que significa "lugar", y grafos que significa "descripción".

la cronografía (del griego χρονο 'cronos', "tiempo", y γραφειν grafía, "describir"), dentro de las figuras literarias, es una de las figuras de definición; consiste en una descripción de tiempos, entendidos estos por momentos temporales determinados.

Ejemplo:

Por el mes era de Mayo,
cuando faze la calor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor.
Romance del prisionero.
la exclamación es, dentro de las figuras literarias, una de las figuras de diálogo. Consiste en expresar de forma intensa una emoción o un sentimiento; se acompaña de una determinada curva de entonación, diferente de la curva enunciativa. Es frecuente la aparición en su interior de vocativos y aparece signada con los signos de exclamación en la lengua escrita.

Ejemplo: -¡Oh sorpresa! ¡Ah, cuánta mentira hay en esos argumentos!.

Apóstrofe, figura literaria de diálogo que consiste en la interrupción repentina en un discurso o narración, para dirigirse a alguien presente, una persona fallecida o ausente, a abstracciones u objetos inanimados, o incluso a sí mismo. El empleo de este recurso es muy común en las plegarias u oraciones, en los soliloquios y en las invocaciones.

Ejemplo:

Olas gigantes que os rompéis bramando
en las playas desiertas y remotas
envuelto entre sábanas de espuma,
¡llevadme con vosotras!
Gustavo Adolfo Bécquer, Rima LII
signo de interrogación es un signo de puntuación que indica que la oración que le sigue o precede es una pregunta. Su origen se gráfico encuentra en el latín: la palabra «cuestión» viene del latín questio, o pregunta, abreviado como «Qo».[cita requerida] Esta abreviación se transformó en el signo de interrogación[cita requerida]. A su vez, el latín tomó la grafía del signo de interrogación del púnico-cartaginés a-khar, equivalente al questio latino
[cita requerida].

Hipérbole es un tropo que consiste en realizar una exageración muy grande, aumentando o disminuyendo la verdad de lo hablado, de tal forma que el que reciba el mensaje, le otorgue más importancia a la acción en sí y no a la cualidad de dicha acción.

Por ejemplo, al decir:

  • Tanto dolor se agrupa en mi costado que, por doler, me duele hasta el aliento.
  • " No hay extensión más grande que mi herida..."
  • la personificación (o prosopopeya) es, dentro de las figuras literarias, una de las figuras de ficción. Consiste en caracterizar a una realidad no animada como humana, cediéndole atributos propios del ser humano (lengua, partes del cuerpo, etc.).

    Existen cuatro tipos de prosopopeya, las cuales son: la personificación, la animación, la animalización y la cosificación

    Ejemplos: "Aurora de rosados dedos" "vientos de suaves cabellos"

  • simil o comparación:

Una Antítesis (del griego αντίθεσις – contraposición, oposición; de las raíces anti~ – contra~ y Tesis – afirmación, axioma) describe en general una contra-afirmación (negación) a una proposición (tesis).

el oxímoron (del griego ὀξύμωρον, oxymoron), dentro de las figuras literarias, es una de las figuras lógicas.

Consiste en armonizar dos conceptos opuestos en una sola expresión, formando así un tercer concepto, cuyo significado se desprende de su interpretación lógica. Para su denominación se utiliza también el latinismo contradictio in terminis.


Un eufemismo es una palabra o expresión políticamente aceptable o menos ofensiva que sustituye a otra considerada vulgar, de mal gusto o tabú, que puede ofender o sugerir algo no placentero al oyente. También puede ser la sustitución de nombres secretos o sagrados para evitar revelar éstos a los no iniciados. Algunos eufemismos tienen la intención de ser cómicos. Se produce cuando se pretenden usar inofensivas palabras o expresiones para desorientar, evadirnos, o evitar enseñarnos la verdadera, cruda y desagradable realidad.

La ironía es la figura del discurso mediante el cual se da a entender lo contrario de lo que se dice. Se origina cuando, por el contexto, la entonación o el lenguaje corporal (guiñando un ojo, alzando y bajando los dedos corazón e índice de ambas manos sobre la cabeza, colocando el pulgar sobre los otros dos dedos bajados mientras se dice la ironía) se da a entender lo contrario de lo que se está diciendo.
*los tropos:
La metonimia (griego: μετ-ονομαζειν met-onomazein [metonomad​͡zein], 'recibir un nuevo nombre' )? o "transnominación" es un fenómeno de cambio semántico por el cual se designa una cosa o idea con el nombre de otra, sirviéndose de alguna relación semántica existente entre ambas.

Una imagen (del latín imago) es una representación visual de un objeto mediante técnicas diferentes de diseño, pintura, fotografía, video, etc.
La metáfora (del griego metá o metastas 'más allá, después de'; y phorein, 'pasar, llevar') consiste en el uso de una expresión con un significado distinto o en un contexto diferente al habitual. El término es importante tanto en teoría literaria (donde se usa como recurso literario) como en lingüística (donde es una de las principales causas de cambio semántico). Se utiliza también en psicología para referirse al poder profundo de "las historias-metafóricas" y su acción en el cambio interno, la visión o el paso a un nivel de conciencia más profundo.
La sinestesia, del griego συν, 'junto', y αισθησία, 'sensación', es, en retórica, estilística y en neurología, la mezcla de impresiones de sentidos diferentes. Un sinestético puede, por ejemplo, oír colores, ver sonidos, y percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto con una textura determinada. La sinestesia es un efecto común de algunas drogas psicodélicas, como el LSD o la mescalina.
alegoria:

Del griego allegorein, «hablar figuradamente», FIGURA LITERARIA muy usada en la Edad Media y el Barroco que consiste en representar en forma humana o como objeto una idea abstracta. Por ej., una mujer ciega con una balanza es alegoría de la justicia, y un esqueleto provisto de guadaña es alegoría de la muerte.

También se denomina así a un procedimiento retórico de más amplio alcance, en tanto que por él se crea un sistema extenso y subdividido de imágenes metafóricas que representa un pensamiento más complejo o una experiencia humana real, y en ese sentido puede constituir obras enteras, como el Roman de la rose de Jean de Meung; la alegoría se transforma entonces en un instrumento cognoscitivo y se asocia al razonamiento por analogías o analógico.
parábola (el latín parabŏla, y este del griego παραβολή) designa una forma literaria consistente en un relato figurado del cual, por analogía o semejanza, se deriva una enseñanza relativa a un tema que no es el explícito. La parábola tiene un fin didáctico y podemos encontrar un ejemplo de ella en los evangelios cristianos, donde Jesús narra muchas parábolas como enseñanzas al pueblo.

jueves, 2 de octubre de 2008

(**goya y su tiempo**)






**biografia:

Francisco de Goya nació en el año 1746, en Fuendetodos, localidad de la provincia española de Zaragoza, hijo de un dorador de origen vasco, José, y de una labriega hidalga llamada Gracia Lucientes. Avecinada la familia en la capital zaragozana, entró el joven Francisco a aprender el oficio de pintor en el taller del rutinario José Luzán, donde estuvo cuatro años copiando estampas hasta que se decidió a establecerse por su cuenta y, según escribió más tarde él mismo, "pintar de mi invención".

A medida que fueron transcurriendo los años de su longeva vida, este "pintar de mi invención" se hizo más verdadero y más acentuado, pues sin desatender los bien remunerados encargos que le permitieron una existencia desahogada, Goya dibujó e hizo imprimir series de imágenes insólitas y caprichosas, cuyo sentido último, a menudo ambiguo, corresponde a una fantasía personalísima y a un compromiso ideológico, afín a los principios de la Ilustración, que fueron motores de una incansable sátira de las costumbres de su tiempo.

Pero todavía antes de su viaje a Italia en 1771 su arte es balbuciente y tan poco académico que no obtiene ningún respaldo ni éxito alguno; incluso fracasó estrepitosamente en los dos concursos convocados por la Academia de San Fernando en 1763 y 1769. Las composiciones de sus pinturas se inspiraban, a través de los grabados que tenía a su alcance, en viejos maestros como Vouet, Maratta o Correggio, pero a su vuelta de Roma, escala obligada para el aprendizaje de todo artista, sufrirá una interesantísima evolución ya presente en el fresco del Pilar de Zaragoza titulado La gloria del nombre de Dios.

Todavía en esta primera etapa, Goya se ocupa más de las francachelas nocturnas en las tascas madrileñas y de las majas resabidas y descaradas que de cuidar de su reputación profesional y apenas pinta algunos encargos que le vienen de sus amigos los Bayeu, tres hermanos pintores, Ramón, Manuel y Francisco, este último su inseparable compañero y protector, doce años mayor que él. También hermana de éstos era Josefa, con la que contrajo matrimonio en Madrid en junio de 1773, año decisivo en la vida del pintor porque en él se inaugura un nuevo período de mayor solidez y originalidad.


Por esas mismas fechas pinta el primer autorretrato que le conocemos, y no faltan historiadores del arte que supongan que lo realizó con ocasión de sus bodas. En él aparece como lo que siempre fue: un hombre tozudo, desafiante y sensual. El cuidadoso peinado de las largas guedejas negras indica coquetería; la frente despejada, su clara inteligencia; sus ojos oscuros y profundos, una determinación y una valentía inauditas; los labios gordezuelos, una afición sin hipocresía por los placeres voluptuosos; y todo ello enmarcado en un rostro redondo, grande, de abultada nariz y visible papada.

Cartonista de la Fábrica de Tapices.

Poco tiempo después, algo más enseriado con su trabajo, asiduo de la tertulia de los neoclásicos presidida por Leandro Fernández de Moratín y en la que concurrían los más grandes y afrancesados ingenios de su generación, obtuvo el encargo de diseñar cartones para la Real Fábrica de Tapices de Madrid, género donde pudo desenvolverse con relativa libertad, hasta el punto de que las 63 composiciones de este tipo realizadas entre 1775 y 1792 constituyen lo más sugestivo de su producción de aquellos años. Tal vez el primero que llevó a cabo sea el conocido como Merienda a orillas del Manzanares, con un tema original y popular que anuncia una serie de cuadros vivos, graciosos y realistas: La riña en la Venta Nueva, El columpio, El quitasol y, sobre todo, allá por 1786 o 1787, El albañil herido.


Hacia 1776, Goya recibe un salario de 8.000 reales por su trabajo para la Real Fábrica de Tapices. Reside en el número 12 de la madrileña calle del Espejo y tiene dos hijos; el primero, Eusebio Ramón, nacido el 15 de diciembre de 1775, y otro nacido recientemente, Vicente Anastasio. A partir de esta fecha podemos seguir su biografía casi año por año. En abril de 1777 es víctima de una grave enfermedad que a punto está de acabar con su vida, pero se recupera felizmente y pronto recibe encargos del propio príncipe, el futuro Carlos IV. En 1778 se hacen públicos los aguafuertes realizados por el artista copiando cuadros de Velázquez, pintor al que ha estudiado minuciosamente en la Colección Real y de quien tomará algunos de sus asombrosos recursos y de sus memorables colores en obra futuras.

Pintor de la corte

Al año siguiente solicita sin éxito el puesto de primer pintor de cámara, cargo que finalmente es concedido a un artista diez años mayor que él, Mariano Salvador Maella. En 1780, cuando Josefa concibe un nuevo hijo de Goya, Francisco de Paula Antonio Benito, ingresa en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con el cuadro Cristo en la cruz, que en la actualidad guarda el Museo del Prado de Madrid, y conoce al mayor valedor de la España ilustrada de entonces, Gaspar Melchor de Jovellanos, con quien lo unirá una estrecha amistad hasta la muerte de este último en 1811. El 2 de diciembre de 1784 nace el único de sus hijos que sobrevivirá, Francisco Javier, y el 18 de marzo del año siguiente es nombrado subdirector de Pintura de la Academia de San Fernando. Por fin, el 25 de junio de 1786, Goya y Ramón Bayeu obtienen el título de pintores del rey con un interesante sueldo de 15.000 reales al mes.

A sus cuarenta años, el que ahora es conocido en todo Madrid como Don Paco se ha convertido en un consumado retratista, y se han abierto para él todas las puertas de los palacios y algunas, más secretas, de las alcobas de sus ricas moradoras, como la duquesa Cayetana, la de Alba, por la que experimenta una fogosa devoción. Impenitente aficionado a los toros, se siente halagado cuando los más descollantes matadores, Pedro Romero, Pepe-Hillo y otros, le brindan sus faenas, y aún más feliz cuando el 25 de abril de 1789 se ve favorecido con el nombramiento de pintor de cámara de los nuevos reyes Carlos IV y doña María Luisa.

La enfermedad y el aislamiento

Pero poco tiempo después, en el invierno de 1792, cae gravemente enfermo en Sevilla, sufre lo indecible durante aquel año y queda sordo de por vida. Tras meses de postración se recupera, pero como secuela de la enfermedad pierde capacidad auditiva. Además, anda con dificultad y presenta algunos problemas de equilibrio y de visión. Se recuperará en parte, pero la sordera será ya irreversible de por vida.

La historia ha especulado en múltiples ocasiones sobre cuál fue la enfermedad de Goya. Los médicos (fue atendido por los mejores facultativos del momento) no coincidieron en cuanto al diagnóstico. Algunos achacaron el mal a una enfermedad venérea, otros a una trombosis, otros al síndrome de Menière, que está relacionado con problemas del equilibrio y del oído. También, más recientemente, se ha creído que podía haberse intoxicado con algunos de los componentes de las pinturas que usaba.

Comenzó, entonces, una nueva etapa artística para Goya. Debido a la pérdida de audición y a las secuelas de la grave enfermedad que había padecido, el maestro tuvo que adaptarse a un nuevo tipo de vida. No menguó, pese a lo que se ha dicho en ocasiones, su capacidad productiva ni su genio creativo. Siguió pintando y todavía realizaría grandes obras maestras de la historia del arte. La pérdida de capacidad auditiva le abriría, sin lugar a dudas, las puertas de un nuevo universo pictórico. Los graves problemas de comunicación y relación que la sordera ocasionan, harían también que Goya iniciase un proceso de introversión y aislamiento. El pesimismo, la representación de una realidad deformada y el matiz grotesco de algunas de sus posteriores pinturas son, en realidad, una manifestación de su aislada y singular (aunque extremadamente lúcida) interpretación de la época que le tocó vivir.

Por obvios problemas de salud Goya tuvo que dimitir como director de pintura de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en 1797. Un año más tarde él mismo confesaba que no le era posible ocuparse de los menesteres de su profesión en la Real Fábrica de Tapices por hallarse tan sordo que tenía que comunicarse gesticulando.

Majas y Caprichos

Desde los años de infancia, en las Escuelas Pías de Zaragoza, por donde Goya pasó sin pena ni gloria, une al pintor una entrañable amistad, que pervivirá hasta la muerte, con Martín Zapater, a quien a menudo escribe cartas donde deja constancia de pormenores de su economía y de otras materias personales y privadas. Así, en epístola fechada en Madrid el 2 de agosto de 1794, menciona, bien que pudorosamente, la más juguetona y ardorosa de sus relaciones sentimentales: "Más te valía venirme a ayudar a pintar a la de Alba, que ayer se me metió en el estudio a que le pintara la cara, y se salió con ello; por cierto que me gusta más pintar en lienzo, que también la he de retratar de cuerpo entero." El 9 de junio de 1796 muere el duque de Alba, y en esa misma primavera Goya se traslada a Sanlúcar de Barrameda con la duquesa de Alba, con quien pasa el verano, y allí regresa de nuevo en febrero de 1797. Durante este tiempo realiza el llamado Album A, con dibujos de la vida cotidiana, donde se identifican a menudo retratos de la graciosa doña Cayetana. La magnánima duquesa firma un testamento por el cual Javier, el hijo del artista, recibirá de por vida un total de diez reales al día.


Detalle de La maja desnuda

De estos hechos arranca la leyenda que quiere que las famosísimas majas de Goya, La maja vestida y La maja desnuda, condenadas por la Inquisición como obscenas tras reclamar amenazadoramente la comparecencia del pintor ante el Tribunal, fueran retratos de la descocada y maliciosa doña Cayetana, aunque lo que es casi seguro es que los lienzos fueron pintados por aquellos años. También se ha supuesto, con grandes probabilidades de que sea cierto, que ambos cuadros estuvieran dispuestos como anverso y reverso del mismo bastidor, de modo que podía mostrarse, en ocasiones, la pintura más decente, y en otras, como volviendo la página, enseñar la desnudez deslumbrante de la misma modelo, picardía que era muy común en Francia por aquel tiempo en los ambientes ilustrados y libertinos.

Las obras se hallaron, sea como fuere, en 1808 en la colección del favorito Godoy; eran conocidas por el nombre de "gitanas", pero el misterio de las mismas no estriba sólo en la comprometedora posibilidad de que la duquesa se prestase a aparecer ante el pintor enamorado con sus relucientes carnes sin cubrir y la sonrisa picarona, sino en las sutiles coincidencias y divergencias entre ambas. De hecho, la maja vestida da pábulo a una mayor morbosidad por parte del espectador, tanto por la provocativa pose de la mujer como por los ceñidos y leves ropajes que recortan su silueta sinuosa, explosiva en senos y caderas y reticente en la cintura, mientras que, por el contrario, la piel nacarada de la maja desnuda se revela fría, académica y sin esa chispa de deliciosa vivacidad que la otra derrocha.

Un nuevo misterio entraña la inexplicable retirada de la venta, por el propio Goya, de una serie maravillosa y originalísima de ochenta aguafuertes titulada Los Caprichos, que pudieron adquirirse durante unos pocos meses en la calle del Desengaño nº 1, en una perfumería ubicada en la misma casa donde vivía el pintor. Su contenido satírico, irreverente y audaz no debió de gustar en absoluto a los celosos inquisidores y probablemente Goya se adelantó a un proceso que hubiera traído peores consecuencias después de que el hecho fuera denunciado al Santo Tribunal. De este episodio sacó el aragonés una renovada antipatía hacia los mantenedores de las viejas supersticiones y censuras y, naturalmente, una mayor prudencia cara al futuro, entregándose desde entonces a estos libres e inspirados ejercicios de dibujo según le venía en gana, pero reservándose para su coleto y para un grupo selecto de allegados los más de ellos.

Mientras, Goya va ganando tanto en popularidad como en el favor de los monarcas, hasta el punto de que puede escribir con sobrado orgullo a su infatigable corresponsal Zapater: "Los reyes están locos por tu amigo"; y en 1799, su sueldo como primer pintor de cámara asciende ya a 50.000 reales más cincuenta ducados para gastos de mantenimiento. En 1805, después de haber sufrido dos duros golpes con los fallecimientos de la joven duquesa de Alba y de su muy querido Zapater, se casa su hijo Javier, y en la boda conoce Goya a la que será su amante de los últimos años: Leocadia Zorrilla de Weiss.

El horror de la guerra

El 3 de mayo de 1808, al día siguiente de la insurrección popular madrileña contra el invasor francés, el pintor se echa a la calle, no para combatir con la espada o la bayoneta, pues tiene más de sesenta años y en su derredor bullen las algarabías sin que él pueda oír nada, sino para mirar insaciablemente lo que ocurre. Con lo visto pintará algunos de los más patéticos cuadros de historia que se hayan realizado jamás: el Dos de mayo, conocido también como La carga de los mamelucos en la Puerta del Sol de Madrid y el lienzo titulado Los fusilamientos del 3 de mayo en la montaña del Príncipe Pío de Madrid.

En Los fusilamientos del 3 de mayo, la solución plástica a esta escena es impresionante: los soldados encargados de la ejecución aparecen como una máquina despersonalizada, inexorable, de espaldas, sin rostros, en perfecta formación, mientras que las víctimas constituyen un agitado y desgarrador grupo, con rostros dislocados, con ojos de espanto o cuerpos yertos en retorcido escorzo sobre la arena encharcada de sangre. Un enorme farol ilumina violentamente una figura blanca y amarilla, arrodillada y con los brazos formando un amplio gesto de desafiante resignación: es la figura de un hombre que está a punto de morir.


Los fusilamientos del 3 de mayo (detalle)

Durante la llamada guerra de la Independencia, Goya irá reuniendo un conjunto inigualado de estampas que reflejan en todo su absurdo horror la sañuda criminalidad de la contienda. Son los llamados Desastres de la guerra, cuyo valor no radica exclusivamente en ser reflejo de unos acontecimientos atroces sino que alcanza un grado de universalidad asombroso y trasciende lo anecdótico de una época para convertirse en ejemplo y símbolo, en auténtico revulsivo, de la más cruel de las prácticas humanas.

El pesimismo goyesco irá acrecentándose a partir de entonces. En 1812, muere su esposa, Josefa Bayeu; entre 1816 y 1818 publica sus famosas series de grabados, la Tauromaquia y los Disparates; en 1819 decora con profusión de monstruos y sórdidas tintas una villa que ha adquirido por 60.000 reales a orillas del Manzanares, conocida después como la Quinta del Sordo: son las llamadas "pinturas negras", plasmación de un infierno aterrante, visión de un mundo odioso y enloquecido; en el invierno de 1819 cae gravemente enfermo pero es salvado in extremis por su amigo el doctor Arrieta, a quien, en agradecimiento, regaló el cuadro titulado Goya y su médico Arrieta (1820, Institute of Art, Minneápolis). En 1823, tras la invasión del ejército francés los Cien Mil Hijos de San Luis, venido para derrocar el gobierno liberal, se ve condenado a esconderse y al año siguiente escapa a Burdeos, refugiándose en casa de su amigo Moratín.



En 1826, Goya regresó a Madrid, donde permaneció dos meses, para marchar de nuevo a Francia. Durante esta breve estancia el pintor Vicente López Portaña (que se encontraba en su mejor momento de prestigio y técnica) realizó un retrato de Goya, cuando éste contaba ya con ochenta años. Enfrentado al viejo maestro, de rostro aún tenso y enérgico, López Portaña llevó a cabo la obra más recia y valiosa de su extensísima actividad de retratista, tantas veces derrochada en la minucia cansada de traducir encajes, rasos o terciopelos con aburrida perfección. Este lienzo, hoy en el Museo del Prado, es el retrato más conocido de Goya, mucho más, incluso, que los también famosos autorretratos del pintor.

El maestro murió en Burdeos, hacia las dos de la madrugada del 16 de abril de 1828, tras haber cumplido ochenta y dos años, siendo enterrado en Francia. En 1899 sus restos mortales fueron sepultados definitivamente en la ermita de San Antonio de la Florida, en Madrid, cien años después de que Goya pintara los frescos de dicha iglesia (1798).


Saturno devorando a un hijo (detalle)

En el Museo del Prado se conserva La joven de Burdeos o La lechera de Burdeos (1825-1827), una de sus últimas obras. Pero acaso su auténtico testamento había sido fijado ya sobre el yeso en su quinta de Madrid algunos años antes: Saturno devorando a un hijo, es sin duda, una de las pinturas más inquietantes de todos los tiempos, síntesis inimitable de un estilo, que reúne extrañamente lo trágico y lo grotesco, y espejo de un Goya, visionario, sutil, penetrante, lúcido y descarnado.

2. Costumbres, Fiestas, Diversiones

La realización de cartones para tapices con destino a la Real Fábrica era, sin embargo, una tarea todavía menor. Se trataba de pinturas al óleo sobre tela -el nombre, "cartones", hace referencia a su destino, no al material sobre el que se pinta- que no estaban destinadas a mostrarse en salón alguno: sólo servían de patrones o modelos para tapices con los que decorar los sitios reales. La Real Fábrica proporcionaba trabajo a un número considerable de artistas, entre los que destacan, además de Goya y los Bayeu, José del Castillo (1737-1793), Antonio González Velázquez (¿1729?-1793), Ginés de Andrés Aguirre (1727¿1818?), Antonio Gonzalez Ruiz (1711-1788), etc. La Real Fábrica había tenido una existencia inicialmente precaria y sólo a partir de 1746 y con el reinado de Fernando VI se asistió a una cierta revitalización, más efectiva ya en tiempos de Carlos III. Los modelos seguidos eran inicialmente flamencos, a la manera de Teniers y Wouwermans, también algunos italianos, a la manera de Amiconi y Gianquinto. Los temas oscilaban entre las escenas de costumbres y los asuntos mitológicos, pues unos y otros se consideraban los más adecuados para la finalidad ornamental que tenían los tapices.